En la alta costura, la seda y el satén brillan con luz propia en Navidad, y los panettones y turrones van directos a deslumbrar el paladar. El dulce italiano es una obra maestra por su sabor y textura, y los turrones clásicos -chocolate, duro y blando- desfilan por las mesas junto a los llamativos sabores de pistacho, frambuesa o Sacher, dispuestos a marcar tendencia.
En la Pastisseria Xocosave de Riudoms, la artesanía y los ingredientes de alta calidad hacen magia en la elaboración del panettone. Adan Sáez borda a mano, y con mucha paciencia, este clásico de la repostería italiana. En 2020 ganó la V edición del Concurso Mejor Panettone Artesano de España.
Perfeccionista con la masa madre y minucioso en la selección de la harina, la sal, el azúcar, la mantequilla y los huevos, Sáez confecciona el postre durante tres días. «Tanto los refrescos de la masa madre, controlando la temperatura, pasando por la fermentación, el reposo, los impastos, el formado del panettone y su cocción deben ser precisos para lograr un resultado excelente», afirma. Como en la alta costura, cada detalle cuenta en el escaparate de la repostería.
Elegancia que este año se une a la solidaridad. «Destinaremos el 15% de los fondos recaudados por cada venta de panettone a la investigación del cáncer infantil, a través del Vall d’Hebron», explica Adan Sáez.
Así, la dulzura del panettone clásico -con su masa suave y esponjosa, enriquecida con fruta confitada y aroma a vainilla y cítricos-, vertebra una colección de sabores a Vermouth Miró Reserva, Doble Chocolate, Frambuesas, Sacher, Yuzu, Pistacho…
En cuanto a turrones, destaca el de chocolate de Dubai: «Una auténtica locura de chocolate caramelizado con pasta y praliné de pistacho, pasta de sésamo y Katayf caramelizado con mantequilla».